Alfonso y Neyra comparten su hogar de dos habitaciones con sus dos hijos y con el padre de Neyra, Juan. La familia de cinco quisiera crecer en un hogar con más espacio y en un lugar más seguro para sus hijos. Viven en un vecindario infestado de pandillas y por esa razón su hijo mayor no puede jugar afuera.
Alfonso ha trabajado de supervisor en una empresa de fabricación por ocho años y Neyra es una mamá de hogar. Alfonso le ha gustado ser voluntario en una escuela local con el Programa de Head Start y a Neyra le gusta ser voluntaria en la clase de Phixius, su hijo mayor. A Phixius le gusta tomar clases de defensa propia y clases de karate y también le encanta leer.
Viviendo en un lugar seguro ha sido un sueño de Alfonso y Neyra. Este sueño es la razón que motiva a los dos a completar sus horas de esfuerzo. “Ser dueño de casa es un sueño que siempre he tenido. Alcanzando ese sueño le daría a mi familia estabilidad y seguridad.”
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